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Cuando mi hijo comenzó a mostrar interés por la tecnología, supe que teníamos que buscar una actividad extraescolar que alimentara esa curiosidad. Después de investigar un poco, nos decidimos por las extraescolares de robótica en Ferrol, y fue una de las mejores decisiones que hemos tomado.

El primer día, mi hijo estaba lleno de emoción. No sabía exactamente qué esperar, pero la idea de construir y programar robots lo tenía entusiasmado. Al llegar, nos recibieron instructores muy amables y capacitados que hicieron que todos los niños se sintieran cómodos y listos para aprender.

Durante las primeras semanas, los niños empezaron con conceptos básicos de programación usando lenguajes adecuados para su edad, como Scratch. Mi hijo rápidamente aprendió a crear pequeñas animaciones y juegos, lo que le dio una gran sensación de logro. Pero lo mejor estaba por venir cuando comenzaron los proyectos de robótica.

El curso de robótica les permitió trabajar en equipo para construir sus propios robots. Usando kits de construcción, mi hijo y sus compañeros crearon robots capaces de moverse, seguir líneas y evitar obstáculos. Ver la emoción en su rostro cuando su robot completó con éxito una tarea fue increíble.

Además de las habilidades técnicas, noté un gran desarrollo en sus habilidades blandas. La resolución de problemas, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo son solo algunas de las competencias que mejoró. También desarrolló una gran capacidad para manejar la frustración cuando algo no funcionaba como esperaba, aprendiendo a intentar diferentes enfoques hasta encontrar una solución.

Como padre, es reconfortante ver cómo una actividad extraescolar puede tener un impacto tan positivo en el desarrollo general de mi hijo. Las extraescolares de robótica en Ferrol no solo le brindaron conocimientos técnicos valiosos, sino que también fomentaron su amor por la tecnología y la innovación. Si tienes un hijo con interés en la tecnología, definitivamente te recomiendo que consideres estas actividades.